lunes, mayo 23, 2011

Todo se transforma

Miércoles 17
Quiero mirar tus ojos que me saben perdonar
y mi alma se hace añicos sólo oírte respirar.
Tu me has abrazado cuando todo sale mal.
Tú me diste todo.
Tu me haces bello el desastre si quisieras perdonarme...
Suele ser que dejamos pasar detalles por alto y nos justificamos en excusas baratas para simplemente no hacer las cosas.
Esa soy yo, la que dejó pasar.
Recuerdo las incontables veces que con esos ojitos que a ratos lo dicen todo me preguntaba por qué n
unca la mencioné aquí, por qué siempre a todos y a ella no.
Tal vez sea tarde (quiero pensar que no), pero éste día cada letra es tuya, cada línea y cada canción que suena mientras escribo son y serán siempre tuyas.
¿Cómo hablar si cada parte de mi mente es tuya?
Y si no encuentro la palabra exacta.
¿Cómo decirte que me has ganado poquito a poco?
Tú, que llegaste por casualidad
Partamos por donde corresponde, por ese principio tan "casual" como dice más arriba.
Sabes de sobra que las fechas no son lo mío, pero recuerdo bien ese día que te conocí. Fue pésimo, ¿cierto? Fue de esos momentos que hay que echar a la cajita donde guardamos el beso que le diste a mi mamá y tantas cosas más jajaja.
Fue nuestro primer café, ¿o tú tomaste jugo? ¡Ves! Si la memoria a ratos me abandona...
Sea lo que sea que hayamos tomado, de buenas a primeras no resultó nada bien. Nos dimos un break, o me lo dí yo, porque tu en realidad no querías nada jajaja.
Es asunto es que luego de unas semanas, creí que lo mejor era darle una segunda oportunidad a nuestr
o encuentro fallido.
Ahora que lo pienso hubiese sido una tonta de no volver a llamarte. ¡Me hubiese perdido de tanto!
No sé bien cómo o cuándo comencé a sentir algo por ti. Fue tan natural, tan no forzado...
Cuando te conocí miré por un agujero en tus pantalones
y 2 años después ya tomabas todas las decisiones.
Cuando te conocí me dijiste que por mí no ibas a cambiar,
ibas a seguir siendo igual...
Y en el fondo es tan hondo mi dolor porque me voy
y no se puede cambiar de corazón como de sombrero
sin haber sufrido primero.
***
Domingo 22
Han pasado unos cuantos días... El viernes nos vimos. La madrugada del sábado la pasamos cada una en su cama pegadas al teléfono. Dijiste que me llamarías hoy apenas llegaras de tu paseo (son las 2 de la mañana y las horas me parecen eternas), ¿cuánto falta para que hagas sonar mi celular?
Me confunde hablar de madrugada, es que para mí el día no termina hasta que me duermo y el siguiente comienza cuando me levanto.
Deja ordenarme... Mi viernes terminó a las 7.30 de la mañana, poco después que me cortaras para ir a la ducha. El sábado partió a las 2.30 de la tarde, pero oficialmente a las 5.00 (cuando me saqué el pijama para cambiarlo por ropa de gente normal xD). En contra de mis fuerzas..., salí. Fui a ver a la Clau (siempre termino haciéndote caso), me traje unas películas de su casa.
Y sabes... Tomé una decisión. Quiero ser tu "Megamente".
¿Has visto esa peli? En el caso de que no... Megamente es el villano de la película y el héroe es Metroman... Pues resulta que Metroman se cansa de hacer el bien y se da por muerto, encontes Megamente se apodera de la ciudad hasta que haciéndose pasar por otra persona se enamora de una periodista. La cosa es que Megamente se cansa de no tener con quien luchar y decide crear un héroe. Ahí nace Titan. Pero Titan es malo, se transforma en el nuevo villano.
En toda película hay sólo un villano, en varias oportunidades repiten que el villano es el Ying y el héroe el Yang. Entonces... Megamente se convierte en el Yang, en el héroe... por el amor de la periodista.
Yo quiero ser tu MEGAMENTE. Quiero ser la que te enamoró y no en la que me convertí. Quiero hacerlo por ti, por mí, por lo que fuimos y por lo que seremos...
***
Habiendo tomado esta decisión, pido disculpas a quienes aún lean éste blog, primero porque me desvié un poco de lo que estaba ecribiendo (era necesario) y segundo, por el estado de abandono en que tenía esta página.
Ahora sí, retomemos la historia.
Realmente no tengo un recuerdo claro de cómo o cuándo me enamoraste, pero sí recuerdo la primera vez que te tomé la mano... en la clínica, ¿te acuerdas?
Y ese primer beso... en la plaza frente a la casa del Obispo (¡Es que nadie puede! jajaja).
Estaba tan nerviosa en esas oportunidades; por dentro el "hazlo" y el "quédate quieta" se peleaban sin parar mientras el corazón se me salía del pecho una y otra vez.
Ganó el "hazlo" ambas veces y los saltos de mi corazón se transformaron en maripositas en la guata, ambas veces también.
Creo que lo mejor de nuestra historia es que nunca planeamos estar juntas. Los sentimientos simplemente surgieron y se apoderaron de nosotras hasta el punto de no querer separarnos.
Te amé como a nadie, pero así yo todo te dañé.
Me basta que me digas que tal vez
en una semana, tal vez un mes
me puedas perdonar que te mentí
¡Que locura sin ti!
¿Cómo pude fallar? ¿Cómo te fui a perder?
Nadie te robará tu corazón
y si lo intenta se lo robo yo.
Hoy (y repito a modo de deseo: "que no sea tarde...") también te amo. De una manera más humilde, te amo con más verdad y con más
cuidado. Te amo porque a pesar de todo y de todos aún me adoras (y aquí te cito) "de una manera inconmensurable".
te amo por lo que eres, por cómo eres, por lo que sientes, por tu acciones, por tus palabras, por tu entrega, por tu paciencia, por tu fortaleza, por impulsarme a ser mejor, por levantarme cada vez que caigo, por prevenirme las veces que estoy por caer...
Te amo porque me haces una mejor persona, porque contigo me siento plena. Te amo porque soy tuya y no quiero ser de nadie más. Te amo porque el viernes te demostré con palabras y acciones que sí... TE AMO...
Porque sientes la pasión que arde en tu respiración.
Así, igual que yo.
Porque tienes la ansiedad de vivir soñando en libertad.
Así, igual que yo.
Porque tienes una fe imposible de romper.
Porque sientes esa luz aunque no la ves.
Porque aprendes a volar, aunque tengas que caer.
Por eso yo te cuidaré, te esperaré,
vigilaré que tengas de beber cuando tu amor muera de sed
y te amaré.
Por eso tú me salvarás, me guiarás,
me sanarás si caigo alguna vez.
Creo que haré tuto un ratito... Así las horas avanzan más rápido y más rápido me llamas. Un beso.
***
Te pido perdón. Fui a buscarte con otras intensiones y terminé asustándote. Era lo último que quería.
No controlo mis impulsos. De un día para otro me convertí en una bipolar de mierda. Me desespera la distancia enorme que se formó entre las dos y todavía aprendo a convivir con ello.
Perdóname...
Haré el esfuerzo. Haré el esfuerzo de sanar... por mí, pero también por ti...

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