Buena suerte, chau... adiós

Está claro, la familia... se hereda. Y yo heredé la mía con todo lo bueno y yo malo.

Por el lado de mi madre... pobre, no conocí a mis abuelos y a mis tíos los he visto por fotografías.

Por el lado de papá, numerosísima... muchos tíos, montón de primos, más sobrinos y uno que otro sobrino nieto (OJO! No es que sea una vieja, es sólo que mis primos tienen como 10 años más que yo :P). A todo esto, sumémosle a mi aubela, la "Fide", que no encontró nada mejor que elegir un 14 de febrero para dejar éste mundillo (es que ésta mujer quería que la recordáramos sí o sí!).

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Y además de éste montón de gente que nos rodea desde antes de siquiera nacer, está la familia que conoceremos con el pasar de los años, es que tenemos la posibilidad de escoger.

De esa familia quiero hablar hoy, de esos amigos de mis papis que son más tíos que mis propios tíos... o de Blanca, madrina de matrimonio de mis papás..., que durante mis 25 años de vida ha sido más abuela que mi abuela...

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La madrina, como la llamamos todos en casa, nos dejó ésta semana, y fue momento de ir a dejarla a su nueva casa...

Después de haber casi criado a mi mamá, después de haber estado ahí para cuando mis viejos se casaron, después de haber visto nacer a mi hermano, después de haber estado junto a mis papás en los momentos en que mis otro dos hermanos no alcanzaron a nacer, después de haber tejido el chalcito con el que me abrigarían al nacer, después de todo eso y mil momentos más, la madrina se fue al cielo... dejando nueve hijos, once nietos y una bisnieta.

Se fue con una iglesia que desbordaba de gente, se fue rodeada de flores como tanto le gustaba...

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Descansa... desde aquí te seguiremos recordando...